El pasado día 31 de marzo tuvimos una nueva celebración de cumpleaños en el Cantonet. Andrea celebró su noveno aniversario acompañada de sus padres y unos cuantos amigos.
Tal y cómo hacemos siempre, les preparamos nuestro local para que estuvieran lo más cómodos posible y disfrutaran todos juntos de la merienda. Montamos unas mesas para Andrea y sus amigos en la que les servimos los bocatas variados y las pizzas de jamón york y queso, además de otros platos de picoteo variado para acompañar.
Una vez terminada la merienda llegó el esperado momento de la tarta, que Andrea y sus amigos habían estado esperando con impaciencia.
La tarta que le hicimos a Andrea era de tamaño pequeño, con bizcocho relleno de chocolate, y con una decoración sencilla a base de corazones en tonos rosas, fucsias y purpurinas. Así es como nos quedó.
Y una vez pensado el deseo y sopladas las velas, no tardaron ni un momento en abalanzarse a probar esas letras de fondant adornadas con purpurina que tanto les había tenido intrigados. Todos acabaron creyéndose que la purpurina era comestible, tal y como les habíamos dicho, y hasta dijeron que estaba bien buena.
Después de haberse comido gran parte de la tarta, llegó el momento de la apertura de los regalos y de pasarlo bien jugando con alguno de ellos.
Andrea y sus amigos se lo pasaron estupendamente bien celebrando su fiesta de aniversario en el Cantonet.
Y nosotros, más que contentos de saber que estuvieron a gusto y que todo fue de su agrado, les agradecemos su confianza. Gracias amigos.
Saludos a todos.
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